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Vilanova i la Geltrú, Barcelona, Spain
Soy abogada, vegana y tengo muchas ganas de vivir la vida. Soy activista por la consideración moral de todos los animales, me enamoran los tatuajes, me fascinan los idiomas, estoy enamorada del amor, me apasiona reír y debatir, nunca digo nunca, no le temo a lo que deseo, soy cinéfila y me encanta la música... y me rijo por algunas premisas como: "¿Por qué no?" y "La vida es el 10% lo que te pasa y el 90% como te lo tomas". Soy feliz. :)

martes, 29 de noviembre de 2011

Los Trastornos del Comportamiento Alimentario y las Artes Marciales deportivas, no deportivas y deportes de combate.



LOS TRASTORNOS DEL COMPORTAMIENTO ALIMENTARIO Y LAS ARTES MARCIALES DEPORTIVAS, NO DEPORTIVAS Y DEPORTES DE COMBATE.

Los trastornos del comportamiento alimentario (a partir de ahora TCA), son trastornos psicológicos muy graves. Aproximadamente el 12 % de los afectados mueren, por encima incluso de otras patologías como la drogodependencia (aproximadamente el 9% muere). Por desgracia, los TCA no obtienen la importancia y la cobertura que merecen ni en los medios, ni en los hospitales, ni por parte de la mayoría de la sociedad.

Un TCA aparece debido a muchas carencias o a determinados excedentes internos, como son la imposibilidad de canalizar frustraciones, el perfeccionismo, los traumas infantiles no superados, la incapacidad de interacción social y de aceptación de la realidad, etc.

Los TCA están cada vez más presentes en los deportistas y, algo que me ha sorprendido incluso a mí mientras investigaba sobre el asunto, cada vez están más presentes en los y las practicantes de artes marciales (deportivas o no y deportes de combate). Por este motivo he considerado muy interesante hacer una breve introducción al asunto, para que todos los compañeros, instructores y senseis tengan un mínimo de conocimiento del tema y puedan ayudar a prevenir y a detectar casos de TCA en sus dojos.

Recientes estudios certifican que entorno al 62% de las mujeres deportistas sufren un TCA. El tanto por ciento de los hombres es mucho menor por el momento, pero creciente día a día, siendo en la actualidad de un 22%. El 93% de los que lo sufren, enfermaron en la franja de edad que va de los 14 a los 23 años, pero más de la mitad siguen enfermos pasados los 24. Esto significa que cualquier compañero de dojo es susceptible de sufrir un TCA pero aun más a los que os relacionáis con adolescentes, debéis estar en guardia, nunca mejor dicho.

Los últimos estudios revelan que más de 500.000 personas en España están diagnosticadas de un trastorno alimentario. Aquí hay que sumar otro tanto de casos aun por diagnosticar. Por desgracia, es una enfermedad que demasiado a menudo pasa desapercibida por el entorno. A su vez, el 63 % de artistas marciales o luchadores, enfermos o no de TCA, admiten no recibir ninguna información sobre nutrición u otros aspectos dedicados al cuidado del cuerpo y la mente por parte de sus entrenadores. Si vas a dar clases, es muy recomendable que adquieras algunos conocimientos para poder orientar a quienes se preocupen por el peso. Además, es muy común que los TCA se desarrollen en actividades como las artes marciales o los deportes de combate en cuanto a la competición, puesto que los varemos se miden por el peso.

La hiperactividad es una de las principales características de algunos TCA, como son la anorexia (nerviosa o purgativa), la vigorexia y a menudo del TANE, trastorno alimentario no especificado. La insatisfacción corporal debido a la presión sufrida por familiares o entrenadores en cuanto al rendimiento deportivo del practicante  es uno de los principales motivos por los que alguien caiga en un TCA. Sorprendentemente, en el aerobic y en las artes marciales junto con deportes de combate, es donde más enfermos de TCA se han encontrado en estudios realizados recientemente.

Uno de los recursos más utilizados y que puede ser una señal de alarma para cualquier entrenador, es el uso excesivo de las saunas (para aquellos que dais clase en gimnasios donde hay sauna, puede ser interesante tener este conocimiento). También el ayuno (fácil de detectar en actividades físicas por causar, por ejemplo, mareos y pérdida de capacidad muscular) y el uso de ropa de plástico.

Me resulta muy triste y preocupante saber que el 21,7 % de los entrenadores de aamm y deportes de combate piden perder peso a sus alumnos. La salud siempre debe priorizarse por encima del rendimiento deportivo o de cualquier otro elemento del día a día. Por este motivo pido desde aquí entrenadores, instructores y senseis democráticos y dialogantes que no hagan referencias al peso de los alumnos sin saber en qué estado psicológico se encuentran respecto a ese asunto. Hay que restar importancia al binomio peso-rendimiento porqué a parte de perjudicar al alumno, egoístamente hablando lo perderás, y si confiabas en él/ella y su potencial, todo eso se verá truncado por tus presiones.

Sobre todo en el caso de los y las adolescentes, se experimentan cambios morfológico-pubertales que es necesario explicar y apoyar en su aceptación para evitar trastornos posteriores.

Eso sí, en ningún caso estoy afirmando que la persona afectada de forma directa por un TCA deba abandonar el deporte. Lo que debe hacer es ponerse en tratamiento (para más información, contactar con la Asociación de Ayuda a Afectados por TCA en www.aata2010.org) y será su terapeuta quien le indique si debe o no dejar la actividad física por un tiempo, pero aun así, esta suele formar parte del tratamiento terapéutico y también ayuda a la prevención de la enfermedad. Puede contribuir a la adquisición de hábitos de vida saludables, a tener cuidado de uno mismo y a potenciar capacidades de interacción social y a trabajar en equipo. Cuando el enfermo de anorexia, bulimia, tane, vigorexia, ortorexia u otro tipo de trastorno de la alimentación ya no focaliza el deporte de una forma patológica y está estabilizado físicamente con un peso normalizado, es totalmente terapéutico realizar alguna actividad física y si es en grupo, mejor. Así, se estimulan competencias como la aceptación del cuerpo, la tolerancia y la ayuda a los demás, unas habilidades muy mermadas durante la etapa de más incidencia de la enfermedad.

Hay que tener en cuenta que la práctica del deporte puede ser obsesiva y será entonces un claro síntoma de algún tipo de trastorno. No cierres los ojos puesto que tus compañeros y alumnos, son parte de tu responsabilidad. No les des la espalda y no permitas que tu egoísmo por sacar lo mejor de ellos (egoísmo que no tiene porqué ser negativo ya que a menudo se hace porqué se cree que el alumno así es feliz) los ayude a entrar en el infierno de los TCA.

Mucha salud mental y física para todos.

Vídeos para hoy: hay 5 partes,

Laia García Aliaga

domingo, 20 de noviembre de 2011

Good bye impaciencia.



Hoy me he dado cuenta, no me preguntéis porqué, de lo impaciente que soy... siempre lo supe pero siempre pensé que sería algo pasajero por determinados hechos que vivía en la vida... que cuando todo eso pasara, la impaciencia también pasaría... de hecho me aventuro a decir que durante un par de años en mi vida, fui paciente... pero... ¿y ahora?

Leyendo en internet, acabo de ver:

"La impaciencia se manifiesta de diferentes formas: querer las cosas al instante, no tolerar las situaciones de espera, dificultades para aguardar el turno, etc, y puede aparecer en forma de enfados , rabietas, impulsividad y conductas obsesivas.
¿Por qué se produce la impaciencia? Posiblemente por la conjunción de dos factores, por un lado las dificultades para comprender el entorno, y especialmente los contextos sociales, y por otro la escasa capacidad para autocontrolar la conducta."

Ok... tengo que ponerme manos a la obra... me siento muy identificada con este texto... sobre todo porqué quiero las cosas al instante. Llega un momento en el que lo que me angustia no es el fondo del asunto, sinó pensar en cuánto tiempo tardaré en obtener respuesta.

Aun no sé cómo le pondré remedio, pero lo haré. Tengo que aprender a respirar hondo, a entender que esperar 1 hora, 1 día, 1 semana o 1 año no es una catástrofe.

Para esto, me ha servido mucho uno de los descubrimientos que Albert Espinosa muestra en su libro El Mundo Amarillo, en el que explica que en el momento de recibir cualquier información muy importante, es necesario esperar 30 minutos, o incluso 40, antes de abrir el sobre, leer el mail, oir la noticia, etc. Esto es lo que voy a poner en práctica a partir de ahora mismo.

Siempre 30 minutos. Confío mucho en Albert y la verdad es que estoy convencida de que me funcionará... por lo que hoy no escribo, aunque lo parezca, para explicaros lo que es la impaciencia y como afecta a mi vida... sinó que escribo para despedirme de ella... recomendado también por Albert.

Me despido de ti porque me traes muchos quebraderos de cabeza. Me haces cambiar de estado de ánimo e incluso de opinión en muchos aspectos cada pocos minutos. Me desestabilizas. Me haces correr y actuar de forma impulsiva. No siempre me has ido mal, al revés, te agradezco todo lo que he conseguido en esta vida gracias a ti pero... es hora de probar a vivir sin tu intervención.

Así que ale, estoy impaciente por ver como se vive sin la impaciencia. Ya os contaré! :p

Os deseo mucha paciencia a todos y a todas. :)

Laia García Aliaga

sábado, 19 de noviembre de 2011

Jornada para la reflexión.



Hoy es una jornada para la reflexión. Cada uno debe pensar en sobre qué reflexiona, porque 24 horas no dan para mucho...

A mí no me apetece pensar en política hoy, la verdad... sé que es lo que toca pero no me apetece y me caracterizo por no hacer nada (o casi nada) que no me apetezca.

Yo hoy reflexionaré sobre la sinceridad

Si realizaras una encuesta sobre la importancia de la sinceridad, la gran mayoría de los encuestados te dirán que la sinceridad es imprescindible en una pareja, en una relación de amistad, en el ámbito familiar y algunos incluso añadirán en el trabajo. Yo siempre lo he defendido a capa y espada pero hoy quiero matizarlo... porqué la única sinceridad realmente imprescindible para mí es la sinceridad con uno mismo. Es uno de mis nuevos descubrimientos.

A partir de ahí, sí es cierto que recomiendo que seamos sinceros a los que nos rodean, sean o no seres queridos, porqué en realidad, ¿quién inventó la mentira? ¿Y con qué fin? ¿Y qué le aportó? 

Ahora olvidad el término "mentira"... olvidad de hecho el concepto en sí mismo... ¿cómo explicaríais qué es la mentira sin usar su término ni su concepto? Si no podemos usar el concepto, no podemos decir que mentir es faltar a la verdad ni nada parecido. Yo me decantaría, en este caso, por decir que mentir es perder el tiempo. Así lo definiría yo sin usar ni la palabra ni su significado socialmente conocido. Y tal vez añadiría que mentir es atraer problemas gratuítamente, regalar dolor y decepción.

Cada vez que uno de nosotros va a mentir por algo o por alguien considero que debe analizar muy bien los pros y los contras... pensar en el motivo de su acto de mentir, qué pretende conseguir y, a su vez, las consecuencias (no solo las posibles, sino también las probables y no solo a corto plazo sino también a largo). Una vez realizado este ejercicio mental o escrito en un cuaderno, debemos decidir si queremos perder así el tiempo.

Las mentiras acaban estallando, siempre. No soy capaz de nombrar ninguna mentira en mi entorno que aun no haya salido a la luz y dado problemas a quien la pronunció... y si hay alguna, os invito a esperar 10 años más... 20 años... o toda la vida, para probar que realmente acabará saliendo a la luz y provocando un dolor que no era necesario.

Yo siempre digo que las verdades me duelen una vez, pero que las mentiras me duelen cada vez que las recuerdo. ¿No estáis de acuerdo? Pues no creáis que sois los únicos en sentir eso y añadid este razonamiento a vuestro análisis previo a la mentira que saldrá por vuestra boca (o por vuestros dedos).

Os dejo. Voy a seguir reflexionando...

Os deseo sinceridad a todos, 0 pérdida de tiempo y que regalés solo sentimientos bonitos.


Laia García Aliaga

miércoles, 16 de noviembre de 2011

De lleno en mi mundo amarillo.



Gracias Albert Espinosa por escribir un libro que me ha dado vida, que ha puesto nombre a todo lo que siempre he pensado, sentido e imaginado y que ha marcado un antes y un después en mi vida. Te lo dije cuando te conocí en mi ciudad y te lo repito ahora.

"...el mundo amarillo. Un sitio cálido donde los besos pueden durar diez minutos, donde los desconocidos pueden ser tus mejores aliados, donde el contacto físico pierde su connotación sexual, donde el cariño es algo tan cotidiano como comprar el pan, donde el miedo pierde su significado, donde la muerte no es eso que les pasa a los demás, donde la vida es lo más valioso, donde todo está donde tú quieres que esté."

"Este mundo funcionaría mejor si hubiera más abrazos y caricias...El abrazo amarillo consiste en abrazarse aproximadamente dos minutos. Y sentir la respiración de la otra persona. Es importante sentir la respiración."

"Ver despertar a alguien es media vida amarilla."

Este libro y todo lo que en él se explica me caló muy hondo cuando en mayo de 2010 lo leí por primera vez. A fecha de hoy voy por la quinta lectura del mismo y os aseguro que no soy una devoradora de libros, pero este es mi biblia.

Gracias a este libro creé mi mundo amarillo, empecé a encontrar/reconocer a mis amarillos y a vivir la vida de forma más intensa... o mejor dicho, más real, más de verdad. Gracias a este libro y a Sandra, especialmente.

Ahora por fin entiendo que hay que demostrar los sentimientos, que no hay que tener miedo... a veces me invade de forma temporal pero soy siempre capaz de alejarlo porque como el mismo Albert comenta en su libro, el miedo y el dolor existen porqué así lo creemos y lo creamos. En ningún caso existen ambos conceptos como tales. Y por fin estoy aprendiendo a entender que lo que siento no es miedo, sino impaciencia.

Estoy harta de sentir que quiero un abrazo y no darlo... pero a veces es tan complicado... ¿por qué a los humanos nos cuesta tanto? Los demás animales se comportan según lo que sienten y nosotros solemos incomodarnos cuando alguien llora, cuando nos piden consuelo, cuando nos lo dan, cuando debemos pedir perdón o incluso cuando nos lo piden...

Y creo que tras un año y medio construyendo mi mundo amarillo (que obviamente seguirá en construcción toda mi vida) ya va tocando ponerlo realmente en práctica.

Ahora si quiero verte, te lo pido. Si quiero oirte, te llamo. Si quiero que me ayudes, te pido ayuda y si quiero ayudarte, no me muevo de tu lado. Por fin he entendido que no es justo decidir por los demás y que tampoco lo es adelantar acontecimientos y poner en duda lo que alguien te dice.

Es especialmente triste que las relaciones humanas sean tan complicadas porqué así las hacemos, no porqué esa sea su esencia.

Os invito a todos a leer este libro, esta biblia (palabra muy católica para mí, no? Bueno, ya entendéis a qué me refiero) y a empezar a construir vuestro mundo amarillo. Dejaros llevar, vivid el momento... quiero que riáis, que lloréis, que beséis, que améis, que peleéis...

Y como dice Emilio Duró, del que os citaré algo de forma ámplia otro día... estamos atocinados. Hay que vivir!

Gracias a mis tres amarillos por serlo, simplemente por serlo. :)

Feliz vida amarilla a todos y todas.

Laia García Aliaga

lunes, 14 de noviembre de 2011

El miedo al amor.

Todos en algún momento de la vida le tememos al amor. Al amor de pareja, al de los amigos, al de la familia... en algún momento todos hemos pensado que al amar estabamos siendo vulnerables y que nos arriesgábamos demasiado a sufrir... realmente amar es como jugar con fuego porqué es posible, muy posible, que te quemes.

¿Pero qué sería de la vida sin el amor?

Éste llega cuando menos te lo esperas y a menudo en momentos poco adecuados. El amor es como un tsunami que arrasa con todo lo que encuentra sin que puedas pararlo. No te esfuerces en buscar el origen o en imaginar el final. Es caprichoso y su realidad siempre supera la ficción.

Cuando se te presente, ábrele tus puertas y dale la bienvenida. Escucha lo que tiene que decirte y aprende lo que tiene que enseñarte. Será lo mejor que aprendas en esta vida.

Deja que su calor te invada y ríndete a sus deseos. Besa, toca, siente, ríe, llora... AMA.

Mucho amor para todos.

http://www.youtube.com/watch?v=ktpQLAV26-g

Laia García Aliaga

jueves, 10 de noviembre de 2011

¿QUÉ TE PARECE? ¿TE SUENA BIEN LO QUE LEES AQUÍ? PUES NO HAY NINGUNA DIFERENCIA.



--> Aristóteles: "Las hembras son por naturaleza más débiles y más frías y hay que considerar su naturaleza como defecto natural (...) la mujer en cuanto al hombre, es un elemento pasivo mientras que el macho es un elemento activo."

--> Santo Tomás de Aquino: "La mujer está sujeta a las leyes de la naturaleza y es esclava por las leyes de la circunstancia (...) la mujer está sujeta al hombre por su debilidad física y mental."

--> J. J. Rousseau: "La mujer está hecha para obedecer al hombre. La mujer debe aprender a sufrir injusticias y a aguantar tiranías de un esposo cruel, sin protestar (...) la docilidad por parte de la esposa hará a menudo que el esposo no sea tan bruto y entre en razón."

¿Te escandaliza que alguien pudiera pensar así? A mi sí, aunque soy consciente de la época, pero sí. El pensar que esto era lo común antiguamente me horroriza. El que hoy en día haya quien aun piense de forma parecida a estos grandes pensadores, me desespera.

Pues el sexismo es una discriminación cada vez menos presente en nuestra sociedad. Los activistas, la información, la educación, la legislación... han conseguido que hoy leamos estas sentencias de personajes reconocidos por todos y nos escandalicemos por su contenido sexista.

Pues ahora solo te pido unos minutos para reflexionar... esto mismo pasó con los esclavos de étnia negra y esto mismo ha pasado y aun pasa con los bisexuales, homosexuales y transexuales. ¿Verdad que también te escandaliza?

Si tu respuesta es que no, que nada de esto de perturba, para mi eres un ser injusto, con una ética y una moral que no encajan ya, por suerte, en nuestra sociedad. Pero si tu respuesta es que sí, ahora dedica tu tiempo a pensar en el especismo antropocéntrico, que no es más que la discriminación al resto de animales por no ser de la especie humana.




Como se indica en la primera imagen de mi entrada de hoy, en el sexismo encontramos subordinación, discriminación y desvalorización. Lo mismo se da en el racismo, lo mismo en la homofobia, lo mismo en el sexismo... solo cambiamos sus víctimas.

Llegará el día en que los humanos de esta sociedad recordarán frases de "nuestros ilustres contemporaneos" y se horrorizarán de igual forma que hoy nosotros nos horrorizamos con lo mencionado anteriormente. Por suerte, ya existimos personas que hemos superado la barrera de la especie y que entendemos que en esta sociedad no cabe ninguna discriminación negativa, sea quien sea su víctima.

NINGUNA.



El cambio empieza por uno mismo. Piénsatelo. :)

Laia García Aliaga

miércoles, 9 de noviembre de 2011

SIEMPRE es un SÍ que no quiero que acabe.


Nunca digas nunca. El amor también puede acabar y ese no es el problema, sino parte del proceso de muchos amores. El problema es cuando uno inicia una relación sin pensar que no quiere que acabe.

El Amor. ¿Qué es para mí el amor? Y me refiero al de pareja, en este caso. Considero que la frase de la foto lo describe de forma muy sintetizada y muy clara: No es lo que queremos sentir sino lo que sentimos sin querer.

Para mí, este amor es aquello que sucede cuando:

Alguien se cruza constantemente por tu cabeza y te hace volar la imaginación.

Al oír su nombre todo es de otro color y no puedes evitar sonreír.

Lo deseas, sea o no fiel al estereotipo que siempre imaginaste, lo deseas con todas tus fuerzas.

Cuando has quedado con él/ella, notas como de camino, tus piernas se aceleran.

Cuando te da un beso se estremece todo tu cuerpo.

Oyes su voz y te invade la paz.

Imaginas tu vejez a su lado.

...

Podría añadir mil sentimientos más pero no es en lo que quiero centrar esta entrada. Prefiero hacer referencia ahora al "Siempre". Yo tuve pareja muchos años y nunca le dije "Nunca te dejaré", "te amaré por siempre" y todas esas frases de película que me consta que muchas parejas sí se dedican. Mi ex pareja ya me conocía, por lo que esto nunca la hizo dudar de la pureza de mis sentimientos, sino que agradeció mi sinceridad. Yo sí le decía "no quiero separarme nunca de ti", "quiero envejecer a tu lado". Eso sí lo sentía y hablaba en presente. Nunca en futuro. Hoy quiero hacer referencia a eso... ¿por qué parece que hay que mentir a tu pareja y está socialmente aceptado hacerlo, para que no se emparanoien y te dejen? ¿Por qué, sobre todo las chicas, necesitan promesas de amor eternas? ¿Acaso ellas pueden prometer que nunca se desenamorarán de tí?

Me parece muy triste que se viva una relación basada en el futuro puesto que deberían todas vivirse en el presente. Y por favor, no demos las cosas por sentado y tampoco nos sentemos a esperar. Me explico: si le has dado tu teléfono y no te ha llamado no des por supuesto que no le gustas, que se ríe de tí y que eres solo un juego para él/ella. Puede ser eso, claro que sí, pero también podría estar muy ocupado/a, haber perdido el número, tener una desgracia familiar y no estar "para cuentos"... hay mil opciones y no todas negativas para ti. Por otro lado, ¿no tienes tú dedos para marcar su número en tu teléfono?

Estos últimos meses varios chicos (los gays no cuentan) con los que me relaciono a diario por h o por b, me han comentado lo difícil que es su papel a la hora de conquistar a una chica y no les quito razón. De hecho, en el libro "Tu sexo es tuyo" se explica cómo se ha impuesto a los chicos que deben llegar a unos estándares, cumplir con unos mínimos y estar siempre a la altura, hecho que les provoca estrés y a menudo les entorpece conseguir esas metas. Y lo mismo sucede con las mujeres. ¿Por qué no pueden el amor y el sexo ser algo fluído, natural, práctico, sensorial...? Dejémonos de tanta teoría/tontería. Cada pareja es un mundo y cada persona es un mundo también. Dejemos de decir "uy estos van a durar dos días, fíjate que los fines de semana en vez de salir juntos se van cada uno con su grupo de amigos". Ok, puede que a mi me parezca bien para MI RELACIÓN DE PAREJA o no, pero eso no significa que no pueda haber parejas que establezcan esa cláusula en su contrato tácito del amor y que sean tremendamente felices toda la vida gracias a ello.

Os recomiendo que viváis cada relación al máximo, que no os preocupéis de determinar si es un/a amigo/a con derecho al roce, un rollo, "os-estáis-conociendo" o tenéis una relación seria. Centraros mejor en disfrutarlo hasta límites insospechados y el tiempo y vuestros propios actos os encasillarán en una de las anteriores categorías, pero nunca lo harán las palabras.

Y mi canción para hoy:

http://www.youtube.com/watch?v=ZeuAJjd6RHw&feature=fvst

Por fin he encontrado un remedio infalible que borre del todo la culpa. No pienso quedarme a tu lado mirando la tele y oyendo disculpas. La vida me ha dado un hambre voraz y tú apenas me das caramelos. Me voy con mis piernas y mi juventud por ahí aunque te maten los celos.

Ni tipos muy lindos ni divos ni niños ricos, yo sé lo que quiero:

¡¡¡PASARLO MUY BIEN Y PORTARME MUY MAL EN LOS BRAZOS DE ALGÚN CABALLERO!!!!

Laia García Aliaga.

martes, 8 de noviembre de 2011

Lo que he aprendido en los últimos años.



Estos últimos dos años he aprendido:

Que la vida sigue, por suerte.

Que un gato puede ser tu mejor amigo.

Que hay que cuidarse.

A amar aun más que antes.

Que alguien puede convertirse en tu amarillo en pocos segundos.

A priorizar.

A priorizarme.

A abrazar.

A dejarme abrazar.

Que las artes marciales son más bonitas de lo que yo había visto en los últimos 10 años.

Que tu verdadera familia la escoges tú.

Que yo hace mucho que escojo la mía.

Que he nacido para ser activista.

Que he nacido para luchar contra el especismo.

Que coquetear no es malo.

Que llorar no es malo.

Que la palabra "vulnerabilidad" no tiene porque ser siempre negativa.

Que soy vulnerable.

Que hay que ser uno mismo le pese a quien le pese.

Que tengo un pelo precioso.

Que cuando te critican por ser tú mismo, si te tomas un tiempo para analizar al que te critica, siempre te das cuenta de que lo hace por envidia, porque él no se atreve a ser él mismo.

A sentarme a hablar claro con quien me importa, antes de perderlo, aunque eso signifique sentirme desnuda delante suyo.

Que si te tatuas algo especial, no importa el dolor.

Que el que alguien no te quiera como tú deseas, no significa que no te quiera con todo su corazón.

Que no puedo vivir sin cine.

Que no puedo vivir sin música.

Que en las dos frases anteriores lo correcto es cambiar "puedo" por "quiero" porque en esta vida yo puedo hacer lo que quiera.

Que hay que coger de cada uno lo bueno que te da y punto.

Que si algo no te apasiona no debes hacerlo.

Que debes apasionarte por todo lo que hagas.

Que la amistad tal y como siempre la he concebido, se da en escasísimos casos.

Que el amor y lo que este te hace sentir es totalmente maravilloso.

Que las casualidades no existen.

Que a veces se gana más a lametones que a mordiscos.

Que no hay que ser tan políticamente correcto.

A no huir de lo que me asusta... a enfrentarlo. A ganarlo.

Que una botella (o cinco jaja) de lambrusco con mis compañeros de Artes Marciales sabe inmejorable.

A improvisar.

A pedir ayuda.

A dejarme ayudar.

A dejarme llevar.

A ceder el control de mi vida a otro cuando así ha debido ser.

A retomar el control cuando así ha podido ser.

Que uno puede ahogarse en sus propias lágrimas.

Que uno puede levantarse después de una fuerte caída.

A opinar sin miedo a que el otro se enfade.

Que si algo no me apetece, no me apetece.

Que la vida no es aquellos momentos que te dan aire, sino aquellos que te quitan la respiración.

Que es fácil hacer un buen regalo.

Que un beso puede ser el mejor regalo.

Que a veces el mejor momento del día no es el beso, el abrazo, el sexo, la palabra... sino como te cogen y te acarician la mano.

Que el dinero es extremadamente necesario para vivir en este, nuestro aquí-y-ahora.

Que no sé vivir sin dinero.

Que en Catalunya nos gustan los toros, pero vivos.

Que ser vegano no es una opción, sino un deber ético.

A estar conmigo misma.

A estar acompañada.

A aceptarme y quererme.

A aceptar y querer a los demás.

A tener paciencia.

A bailar como si nadie me estuviera mirando.

A confiar como si nunca me hubieran herido.

Que ser abogada es del todo vocacional.

Que el iphone es un gran invento.

Que los celos no traen nada bueno.

Que toda pérdida es una ganancia.

Que hay que luchar y no sentarse a esperar.

Que la realidad objetiva no existe.

Que hay que gozar de la culpa.

Que alguien puede ser especial para ti sin haberlo visto en persona.

Que la psicología es más bonita de lo que esperaba.

Que por el interés te quiero Andrés.

Que cada uno tiene su propio círculo de responsabilidades y no debes sentirte mal si otro no cumple con las suyas.

Que sí he podido cambiar en mí todo aquello que tanto daño me hacía y que creía que nunca cambiaría.

Que se puede echar de menos a alguien que duerme en tu sofá.

Que por fin soy feliz.

Gracias a todos los que me habéis enseñado todo esto en los últimos años porqué sigáis o no en mi vida, me habéis hecho lo que ahora soy. Y gracias a mí misma por haberme inmerso en este viaje que pronto cambiará de nuevo y por haber sido tan fuerte y tan valiente con todo lo que ha pasado estos últimos tiempos.

Vídeo para hoy:

http://www.youtube.com/watch?v=8yc_ZAQfISs

No os lo perdáis.

Laia García Aliaga

lunes, 7 de noviembre de 2011

Las Artes Marciales y la autoestima.



LAS ARTES MARCIALES Y LA AUTOESTIMA

Lo principal antes de explicar qué relación tienen las Artes Marciales con la autoestima de los humanos, es tener en cuenta que uno puede practicar un Arte Marcial, o puede vivirlo. Si eres de los que lo practican, es más que probable que para ti sean un deporte. En este caso, te ayudarán o perjudicarán igual que lo harán el fútbol, el básquet, el balonmano o el patinaje artístico, si también los consideras deportes. Por otro lado, existimos los que vivimos las Artes Marciales, que somos aquellos que las consideramos un estilo de vida (algo mucho más profundo que un deporte). Basándonos en este segundo grupo de individuos, cabe decir que las Artes Marciales, en todo caso benefician al artista marcial.

Por un lado, vivir las Artes Marciales significa verte inmerso en un mundo de filosofía donde el respeto, la humildad, el honor, el coraje y la voluntad priman ante la competición, la prepotencia, el alarde y la intolerancia. Es obvio que una de las finalidades de tu práctica es saberte defender, pero su consecuencia final es mucho más amplia.

A base de mucho entreno y más lectura, uno aprende a sentirse parte de un grupo (y si es como el mío ya tienes todo lo que necesitas, os quiero, chicos). El ser humano necesita sentirse parte de algo, es vital para un ser tan social como nosotros el formar parte de una colectividad con intereses semejantes a los nuestros. Esto te demuestra que tienes un lugar en este mundo y que has nacido para algo. A partir de aquí, todo en tu interior mejora entreno tras entreno, encuentro tras encuentro. Poco a poco vas descubriendo en ti sensaciones que desconocías y se van instalando en tu interior valores que no habías aprendido fuera del dojo. El vivir un Arte Marcial puede pasarte de intolerante a tolerante, de cobarde a valiente, de triste a alegre, de irresponsable a responsable, de inconstante a perseverante, de irrespetuoso a respetuoso…

A medida que pasan los entrenamientos, sientes como cambias por dentro y por fuera. Solo debes aprender a escucharte. Te socializas dentro de un grupo, como ya hemos comentado. Sientes que vales para algo, que realmente sirves, lo hagas mejor o peor, pero lo haces con ilusión, empeño y ansias de mejorar. Aprendes a relacionarte con el sexo opuesto (sobre todo si eres chica, porqué la mayoría de compañeros son hombres, habitualmente). Aumenta tu autoestima y tu autoconfianza. Te enorgulleces de tus logros y no desfalleces ante la adversidad. Aprendes el valor del compañerismo, de la ayuda y de la crítica constructiva. Aprendes a no envidiar, a no competir y a admirar al otro. Valoras al prójimo y lo tratas mejor de lo que lo habrías tratado anteriormente. Creces como persona a la vez que creces como artista marcial.

Puede parecer una paradoja que vivir las Artes Marciales te enseñe a vivir en paz y armonía con quienes te rodean, mientras en el dojo practicas técnicas de golpe, agarre, luxación, proyección… pero así es. Tú te vas sintiendo cada día más preparado para afrontar un conflicto fuera del tatami pero siempre con las ideas de “pelear sin pelear”, “combatir sin herir”, y si es necesario intervenir, “luchar para ganar”. Ideas que he tenido la suerte de aprender de compañeros y simpatizantes de la IBF.

Un artista marcial íntegro y puro nunca provocará una pelea, nunca reaccionará de forma desproporcionada y aun menos alardeará de sus conocimientos para la defensa o el ataque. Simplemente porque no lo necesita. Se siente bien consigo mismo y con su alrededor y se siente preparado para evitar confrontaciones. Eso significa que ha adquirido el grado suficiente de capacidad para autoprotegerse y para evitar el peligro. A su vez, un buen Sensei (como el mío y como el resto de compañeros de la IBF, entre otros) nunca te enseñará lo contrario, sino que fomentará en ti la actitud de respeto hacia todo y hacia todos. Un buen Sensei se enorgullecerá de otorgar Kyus y Danes a sus alumnos y lo hará teniendo en cuenta no solo la técnica, la fluidez, la rapidez y la fuerza de su alumno, sino dando la misma importancia al interior del mismo, que a esos aspectos que recién mencionamos. Que un alumno tenga una técnica buenísima, sea rápido y fuerte y ejercite las técnicas con fluidez, quedará totalmente tachado si no es un artista marcial con valores sociales y de compañerismo. No hay que proteger solo el cuerpo, si no también la mente y el espíritu.

Os relato a continuación una historia que refleja a la perfección, bajo mi punto de vista, la actitud que alguien que vive las Artes Marciales debe tomar frente a estas e incluso frente a la vida en general. Espero que la disfrutéis tanto como yo.

Un joven muchacho viajó a través de Japón hacia la Escuela de un famoso artista marcial. Cuando llegó al Dojo le fue dada una audiencia por el sensei.
- ¿Qué esperas de mi? - preguntó el maestro.
- Espero ser su estudiante y convertirme en el mejor karateca de la isla. - el joven replicó.
- ¿Cuánto tiempo debo estudiar para conseguirlo? - dijo el joven.
- Diez años, como mínimo. - el maestro contestó.
- ¡Diez años es mucho tiempo! - dijo el muchacho.
- ¿Qué hay si estudio el doble de duro que el resto de los otros alumnos? - añadió.
- Veinte años entonces - replicó el maestro.
- ¡Veinte años! ¿Qué hay si practico día y noche con todo mi esfuerzo?
- Treinta años. - fue la respuesta del maestro.
- ¿Cómo es que cada vez que digo que trabajaré aun más duro, usted me dice que me llevará aun más tiempo? - el joven pregunto.
- La respuesta es clara, hijo. Cuando un ojo apunta a un objetivo, solo queda un ojo libre con el cual hallar el camino para conseguirlo. 

Definitivamente, esta es la mejor frase con la que puedo terminar este artículo. Gracias a todos los que forman parte de mi grupo, gracias a mi Sensei y gracias al resto de compañeros con los que comparto tatami de vez en cuando. Lo que se aprende a vuestro lado, no se paga con dinero.

Laia García Aliaga
1er Kyu de Karatejutsu,
Tras practicar Artes Marciales durante unos 11 años y tras vivirlas desde hace unos 10 meses.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Los "vistos", los "conocidos", los "apreciados", los "amigos", los "amarillos".



La Amistad es algo que atraviesa el alma. es un sentimiento que no se te va. No te digo como pero ocurro justo cuando dos personas van volando juntas. Y no habrá distancia, no la habrá, ni desconfianza si te quedas en mi corazón ya siempre. Porque en cada sitio que estés, porque en cada sitio que esté, en las cosas que vives yo también viviré. Nos encontraremos unidos. Abre bien los brazos, mándame un aviso, no te quepa duda, yo te encontraré. No estarás ya solo.”

http://www.youtube.com/watch?v=Q0PqILAGUsk&ob=av2e

No sé porque, pero tienden a decirme que mi visión de la Amistad es muy peculiar y muy extraña. Hoy han usado la expresión “muy sentida”. Puede ser.

Para mí existen varias categorías en las que colocar a los humanos que nos rodean. Yo tengo “vistos”, “conocidos”, “apreciados”, “amigos”, “amarillos”…

Los “vistos” son aquellas personas a las que tienes vistas, es decir, de las cuales no sabes nada o casi nada pero sí las reconoces físicamente.

Los “conocidos” son aquellos con los que has entablado conversación, siempre algo impersonal y esporádico. Puede que incluso haya sucedido solo una vez. Son esas personas que si te ven por la calle te saludan, por lo que no puedes incluirlos en la categoría de “vistos” pero tampoco en otra que implique sentimiento, como son las tres siguientes.

Los “apreciados” son los que fueron conocidos y ahora, les tienes aprecio e incluso puedes quererlos. Quizá los ves cada día en el trabajo o quizá viven a 3.000 km de distancia y solo habláis por Internet, pero lo importante es que les tienes aprecio y sabes algo de ellos. Les deseas lo mejor, te apetece verlos o hablar con ellos… pero no ocupan un amplio espacio de tu corazón.

Los “amigos” son la familia que has escogido. Son humanos en los que piensas a lo largo del día, a los que deseas ver, con los que necesitas hablar sea de algo bueno o de algo malo, a los que no puedes evitar serles sincero/a, con los que te lo pasas bien en cualquier lugar, a cualquier hora y haciendo cualquier cosa. A ellos no los aprecias, sino que los quieres. Con todas las letras. A unos más que a otros quizá, porqué dentro de la categoría “amigos” tenemos varios niveles, pero los quieres de corazón.

Los “amarillos”, encontraréis la definición que da su descubridor, Albert Espinosa, en el libro El Mundo Amarillo, pero yo, tras haberlo leído 5 veces y estar ya en la 6 (es mi religión ese libro, junto con el veganismo) daré mi definición personal, lo que Albert ha conseguido que signifiquen para mí los amarillos:

-          Son humanos que marcan la diferencia en tu vida. Con ellos existe una conexión especial. No son a los que más quieres necesariamente, tampoco familiares, parejas, amigos… pueden o no pueden ser de esos ámbitos. Un amarillo puede ser alguien con quien te cruzas en un tren y con quien compartes conversación 1 hora. Hay muchas formas de ser amarillo, pero es muy difícil conectar así con alguien, por lo que yo, por ahora, tengo 3 amarillos. Hay alguno más dudoso, pero aun tengo que acabarlo de averiguar. Añado, de mi propia cosecha, que yo creo que tienes que haber conocido a alguien en persona para que sea tu amarillo. Los amarillos no son tus amigos, si no un eslabón más evolucionado. Quizá ahora ya ni os habláis, quizá te decepcionan con el tiempo, quizá estaréis juntos toda la vida… repito que no se es más o menos amarillo según se quiera más o menos a alguien. Es algo que se siente. Conoces a esa persona y algo dentro de ti cambia para siempre. Toda tu vida cambia para siempre.

Dicho esto… lo siento. No contemplo que alguien diga que somos amigos y esté sin saber de mí tres semanas. Vida solo hay una y a diario nos pasan cosas, buenas y/o malas. Si no las compartimos con los amigos, ¿con quién las compartiremos? No se puede pasar toda una vida solo con la pareja, solo con los padres o solo con un amigo. Debe existir compenetración de todas las categorías de humanos que nos rodean y considero que no se debe vivir sin amigos. Si me tienes aprecio, te gusta que todo me vaya bien, te alegras de verme de vez en cuando… no soy tu amiga, sino tu apreciada. Seré tu amiga si además, sientes necesidad de asegurarte de que todo anda bien en mi vida, así como de contarme como va en la tuya. Si te acuerdas de mi cada semana sin excepción, si piensas en llamarme cuando algo en tu interior se agita, si haces esas pequeñas acciones que nadie hace porqué no me conocen como tú.

¡Y no es ni bueno ni malo todo esto! ¡Que ser “apreciado” está muy bien! Solo que me enerva que se confundan términos y, por lo tanto, se pierda el verdadero contenido de lo que yo considero que es la Amistad.

Os deseo mucha amistad y algún que otro amarillo en la vida. Y si esa amistad además es con vuestra pareja... podéis saltar de alegría. 

Laia García Aliaga